Sagrada Biblia Primera Epístola del Apóstol San Pablo TESALONICENSES 5. 18 - 23
Sobre las dos clases de personas descritas arriba (aquellas que se oponen a las Gracias del Espíritu Santo o las que por el contrario, testifican, viviendo con coraje y determinación la vida de Jesucristo) en la Sagrada Escritura están descritas como personas frías o calientes. Hay la existencia de una tercera clase de personas que se les llaman los tibios, esta clase, son aquellos quienes no quieren tener nada que ver con cualquier asunto.
Sagrada Biblia EL APOCALIPSIS DE SAN JUAN 3. 15 - 19
Para ayudarnos en el discernimiento sobre estas tres posiciones (frío, caliente, o tibio) nuestra Santa Madre Iglesia nos enseña que:
" En casos cuales son concernientes a revelaciones privadas, es mejor el creer que no creer, porque, si crees, y se demuestra ser verdad, estarás contento por haber creído porque Nuestra Santa Madre te lo pidió. Si tú crees, y se demuestra de ser revelación privada falsa, tú recibirás todas las bendiciones como si hubiesen sido revelaciones verdaderas."
(Papa Urbano VIII, 1623-44)
Antes de decir una palabra concerniente sobre las gracias del Espíritu Santo, (revelaciones privadas) toda persona que quisiera opinar, debería saber que:
El que no está conmigo, está contra Mí; y el que conmigo no recoge, desparrama. Por eso os digo: A los hombres se les perdonaran todos sus pecados y blasfemias, pero la blasfemia contra el Espíritu no se les perdonará. Al que hable contra el hijo del hombre se le perdonará, pero al que hable contra el Espíritu Santo despreciando su gracia, no se le perdonará ni en esta vida ni en la otra. O bien decid que el árbol es bueno, y bueno su fruto; o si tenéis el árbol por malo tened también por malo su fruto, ya que por el fruto se conoce la calidad del árbol. ¡Oh raza de víboras! ¿ Como es posible que vosotros habléis cosa buena, siendo, como sois, malos ? Puesto que de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre de bien, del buen fondo de su corazón saca buenas cosas, y el hombre malo, de su mal fondo saca cosas malas. Yo os digo que hasta cualquiera palabra ociosa que hablaren los hombres han de dar cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras habrás de ser justificado, y por tus propias palabras serás condenado.
Sagrada Biblia San MATEO. 12. 30 - 37
Supongamos de que tú eres una persona madura y responsable, y de que ante los ojos de muchos que no tienen tú experiencia, (porque no hayan vivido lo que tu has experimentado) por esto, aun no son maduros, y por eso ellos confían en tu conocimiento y juicio. Supongamos también de que todos estáis en conversación sobre gracias del Espíritu Santo (revelaciones privadas) como Fátima etc., y muchos de los que están alrededor tuyo están esperando oír de tu opinión y punto de vista, para hacer suya, tú opinión, y tomar decisión basados en tu respuesta, suponte que desafortunadamente esta respuesta es un rotundo
Dijo también un día a sus discípulos: Imposible es que no sucedan escándalos; pero ¡ay de aquel que los causa! Mas le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y le arrojasen al mar, antes que el escandalizara a uno de estos pequeñuelos.
Sagrada Biblia SAN LUCAS 17. 1 - 2
Guardaos de despreciar a uno de estos pequeñuelos, porque yo os digo que sus ángeles de guarda en los cielos están continuamente en la presencia de Mí Padre celestial.
Sagrada Biblia San MATEO 18. 10
Luego mi recomendación sobre las gracias de el Espíritu Santo, (revelaciones privadas) es de que si tú no las has examinado todavía, o investigado todo sobre ello todavía, y debido a esto tú simplemente no sabes nada del tema, di simplemente eso:
Recuerda que:
El que creyere y se bautizare se salvará; pero el que no creyere será condenado. A los que creyeren, acompañaran estos milagros: en mi nombre lanzarán los demonios, hablarán nuevas lenguas, manosearán las serpientes; y si algún licor venenoso bebieren, no les hará daño; pondrán las manos sobre los enfermos, y quedarán estos curados.
Sagrada Biblia SAN MARCOS 16. 16 - 18
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora, y siempre, por los siglos de los siglos. Amen
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